Buscar en la memoria de la piel, la boca la cintura la lujuria ganada
las suaves nalgas tibias y sólo hallar respuestas de fantasmas
Los desaparecidos no aparecen, las voces de los árboles se apagan
Quedan escombros de caricias y con pudor nos preguntamos
¿por qué decimos tantas veces corazón?
¿será el único amigo que nos queda?
¿o será el refugio de los que
queremos?
Amar con alguien vaya cosa buena.